El “Programa de reintroducción de la Ranita de Somuncurá en peligro de extinción”, llevado a cabo por técnicos e investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata para asegurar la conservación, reproducción y reintroducción en las aguas del arroyo Valcheta, será declarado de interés científico, ambiental, cultural y educativo si prospera una iniciativa de la legisladora radical rionegrina Soraya Yahuar.
Valcheta es el hábitat natural de la ranita de Somuncurá y el referido programa trata de recuperar definitivamente el funcionamiento del ecosistema de la Región Sur.
La Meseta de Somuncurá se encuentra ubicada en la Patagonia Norte, sobre el límite entre las provincias de Río Negro y Chubut y abarca aproximadamente 1.600.000 hectáreas.
El arroyo Valcheta es un curso de agua que nace en las máximas alturas de la meseta de Somuncurá, para desembocar y perderse en la laguna Curicó de la provincia. En esas aguas habita la “rana de Somuncurá, una especie de anfibio anuro que también se la conoce como la ranita del Valcheta o de Somuncurá por vivir en las inmediaciones del arroyo Valcheta.
Ese primitivo anfibio fue descubierto cerca del año 1968 y es considerado sobreviviente del estado de transición evolutiva de la subfamilia Leptodactylidae.
“Esta especie hoy se encuentra en peligro crítico de extinción a causa de la destrucción de su hábitat y la intervención de la mano del hombre”, señaló Yahuar.
Un grupo de investigadores del Museo de la Universidad Nacional de La Plata logró la primera liberación exitosa de ranitas del Somuncurá, nacidas en cautiverio en un laboratorio platense.
“Se trata de un avance científico de enorme impacto, que se concretó en marzo de este año en nuestra provincia, en un tramo del arroyo Valcheta”, destacó la legisladora.
Maestros, niñas y niños que asisten la Escuela Hogar Nº 76 de Chipauquil participaron del proyecto apadrinando ranitas y acompañando a los equipos de investigadores.
“Pero, no es reciente la preocupación por la extinción de esta importante y originaria especie, sino que desde el año 2012 un grupo de investigadores del CONICET en el Museo de La Plata (UNLP) se abocó a la conservación de algunas de esas especies que se encuentran en peligro de extinción, comenzaron a estudiarla en su estado silvestre, registrando datos de su ecología e historia natural”.
A mediados del año 2014, en el marco del Programa de Conservación y Rescate de Anfibios Argentinos (CURURU) del Museo, construyeron el primer centro de rescate de la especie, que es un laboratorio dedicado a su estudio reproductivo.
El año 2015 se continuó con una rutina de trabajo que incluyó mantener el agua de los acuarios en parámetros químicos y térmicos estables, alimentar a los individuos con diversos tipos de insectos y realizar una evaluación clínica periódica para descartar posibles patologías; luego de un proceso en el que los investigadores observaron intentos de reproducción infructuosos, se tuvo lugar las primeras oviposturas viables.
“Es entonces que el principal objetivo del proyecto, que cuenta con el apoyo del CONICET, la FCNyM, la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Río Negro y la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, entre otras instituciones, es conservar la especie en estado silvestre y asegurar la viabilidad de sus poblaciones naturales a través del cuidado del agua”, subrayó Yahuar.