Un hombre de apellido Narambuena vivió en carne propia la desazón luego de llegar y encontrarse con su propiedad toda revuelta y con faltantes que le costaron muchas horas de trabajo.
En este caso, le sustrajeron un termotanque eléctrico, siete inodoros con sus respectivas mochilas, las tapas de madera, 6 bachas de baño de acero inoxidable, 3 ruedas completas del camión que usa para desempeñar sus actividades, 9 rollos de alambre tejido, palas, picos, entre otros.
En este último caso tomó conocimiento fiscal en turno Gustavo Arbues, que se encuentra en plena investigación.