Comunicado de la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro.
Por Federación de Sociedades Rurales de Río Negro
De no aprobarse la prórroga de los aportes de la Ley ovina, representará un golpe mortal para miles de familias minifundistas de la provincia de Río Negro.
En nuestra provincia, la mayoría de los productores laneros tienen ingresos por debajo de la línea de la pobreza, y los aportes de la Ley Ovina, les permiten sostener la actividad y de ese modo evitar el éxodo que está despoblando nuestros campos.
Consideramos que no se toma magnitud de la urgencia con la que se necesitan los recursos, porque cada año los productores presentan sus propuestas y necesidades a esta altura del año. Dejar pasar más tiempo implicaría afrontar un futuro con incertidumbre, no saber si se contará con el apoyo necesario para que los productores de estas zonas marginales puedan sostenerse en la actividad.
Por lo tanto solicitamos a todos los integrantes del Congreso de la Nación, que se trate y apruebe la prórroga de la Ley Ovina (Ley Nº 25422 y su modificatoria), la cual ha vencido el día 5 de abril del corriente año, tal como lo ha solicitado el Diputado Nacional de nuestra provincia, Luis Di Giacomo, en una nota enviada al presidente de la Comisión Agricultura y Ganadería, José Ruiz Aragón y al titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller.
Es necesario que todos entiendan que en Río Negro, el 83% de las cabezas de ganado ovino está en manos de productores que tienen menos de 400 animales, y el 15% pertenecen a ganaderos que no superan las 1.000 cabezas. Se trata de unos 3.300 pobladores rionegrinos, que poseen el 65% del total de cabezas ovinas de la provincia, con cuyo esfuerzo y trabajo se dinamiza toda la economía de la Región Sur de la provincia.
Vale recordar, para que todos toman idea de la magnitud del daño que se puede causar sin los aportes de la Ley Ovina, que el stock histórico, medido en el año 2002, era de 1,5 millones de cabezas de lanares, pero en 2011 con los efectos del volcán Puyehue y las sequías, el stock se redujo a la mitad. La recuperación es llevada adelante por productores muy humildes, que se apoyan en los planes oficiales para su subsistencia y para mejorar sus rodeos.
Hoy aún tenemos índices productivos bajos, con señaladas que no superan el 55% de la parición, en zonas áridas y castigadas por fríos extremos.
